Continuamos con nuestra particular exploración del cine de los ’80.
Hoy por la tarde hemos decidido echarle valor y ver la película «La Mujer Explosiva» («Weird Science«, 1985), quizás la peor y más absurda película de la filmografía de nuestro querido John Hughes.
Sinopsis
Gary y Wyatt son dos adolescentes que gozan de muy poca popularidad entre las chicas, a pesar de que, como el resto, desearían estar rodeados de mujeres y disfrutar constantemente de fiestas. Un fin de semana, aprovechando que los padres no están en casa, tienen una idea completamente absurda: crear por ordenador una chica perfecta que les obedezca en todo, para poder presumir delante de sus amigos.
Absurdez para adolescentes
En conclusión, el fin justifica los medios, y el creador de esta absurda comedia se salta todas las normas para crear una excusa perfecta para divertir a la panda de adolescentes que vagaban por el planeta a mediados de los ’80.
Esta estúpida, absurda y descerebrada comedia se estrenó en Estados Unidos el 15 de noviembre de 1985 y es pura diversión juvenil sin pretensiones. Un sueño adolescente hecho realidad en la gran pantalla, por muy absurdo que pueda resultar.
En esa década fueron decenas las películas sobre la vida de estudiantes de secundaria que se estrenaron, pero pocas resultaban tan locas y absurdas como ésta.
Kelly LeBrock, la excusa perfecta
La excusa, en este caso, es hacer desfilar a una impresionante y casi perfecta Kelly LeBrock en su momento de mayor popularidad, justo unos meses después de estrenarse en la gran pantalla en una película ya legendaria, «La Mujer de Rojo«.
También vemos a muchos de los que hoy son reconocidos actores, estrenarse en sus primeros papeles, como es el caso de Bill Paxton o Robert Downey Jr., en el reparto en el que encontramos como protagonista a uno de los miembros del conocido como Brat Pack, el famoso actor de los ’80, Anthony Michael Hall.
Otra de esas películas que no solo rozan la zona truño sino que, por momentos, se adentra en ella. Pero todo se le perdona por ser otro de esos films ochenteros que hicieron disfrutar a miles de adolescentes en esa década.
Nosotros no llegamos a verla entonces.
Recomendada a todas aquellas personas a quienes les guste el cine absurdo y juvenil, especialmente a los pertenecientes a la generación X que, como nosotros, se la perdieron en su día.