Ayer por la noche continuamos descubriendo más éxitos de cine de los ’80.
Concretamente, una de las películas más famosas del cine adolescente de los ’80 en Estados Unidos y, sin embargo, relativamente desconocida en España.
Me estoy refiriendo a «El Club de los Cinco» («The Breakfast Club«, 1985), otra de las geniales obras de John Hughes.
La única vez que pude verla en televisión, no quise, mientras mi hermano pequeño estaba pegado a la pantalla, encantado.
Sinopsis
24 de marzo de 1984. Cinco estudiantes que apenas se conocen entre ellos, se ven obligados a pasar todo un sábado en su instituto, castigados por su mal comportamiento.
Vigilados atentamente por su jefe de estudios, a las 7 de la mañana no tienen nada de qué hablar, pero pronto aparecen las desavenencias.
Para los demás, ellos son simplemente un Cerebro, un Atleta, una Irresponsable, una Princesa y un Criminal, pero para ellos siempre serán el Club de los Cinco.
La angustia adolescente como argumento
Esta comedia juvenil de culto de los años ochenta se asienta sobre un argumento muy sencillo. De hecho, el guión fue escrito en tan solo dos días por el propio Hughes, a principios de julio de 1982.
La película esconde un planteamiento enormemente innovador y experimental; una película que parece más una obra de teatro que un film en sí mismo.
El guión esconde un claro objetivo: el análisis de la angustia adolescente y el cambio social que para esa época supuso la irrupción de la que, posteriormente, se ha dado en llamar la «generación X«.
Se trata de uno de los films más emblemáticos de lo que se denominó el «Brat Pack« (un término que desconocíamos hasta que nos hemos puesto a investigar sobre esta película).
El propio Hughes solía dar rienda suelta a la creatividad de los actores en sus films para captar la naturalidad. Gracias a ello, podemos leer un fragmento de la canción «Changes» de David Bowie, que fue propuesto por Ally Sheedy, o la frase de Anthony Michael Hall sobre votar.
…And these children
that you spit on
as they try to change their worlds
are immune to your consultations.
They’re quite aware
of what they’re going through…
Es más, la escena en la que todos los personajes se sientan en un círculo en el suelo en la biblioteca y cuentan sus historias sobre por qué estaban castigados no estaba en el guión. Fue totalmente improvisada.
También es improvisada la última escena del film, que acabó convirtiéndose en una escena icónica.
Localizaciones de rodaje
Como en casi toda la filmografía de Hughes, la película se desarrolla en Illinois, en localizaciones cercanas a Chicago.
Concretamente, numerosas escenas se rodaron en el Maine North High School (9511 Harrison Street, Des Plaines, Illinois), aunque las escenas del interior del instituto se rodaron en el Glenbrook North High School (2300 Shermer Road, Northbrook, Illinois).
Podemos ver al propio Hughes hacer un cameo al final de la película, como padre de Anthony Michael Hall.
Por cierto, parece ser que estaba planeado rodar secuelas de este film cada cierto número de años para ver los signos del paso del tiempo en los personajes, pero nunca llegaron a rodarse por desavenencias entre Hughes y algunos miembros del equipo original.
Para mí ha supuesto recordar mis años de secundaria, donde mi mal comportamiento y mi mala relación con algunos profesores me llevó a pasar también una mañana de sábado castigado, así como numerosas tardes.
Una obra esencial en la carrera de John Hughes y todo un film de culto que no debe faltar en una buena colección de cine de los ’80.
Si eres fan del cine de esta década y aún no la has visto, no sé a qué estás esperando.
Actualización del 19 de mayo de 2015:
Acabamos de saber que, en Estados Unidos, se ha celebrado el 30º aniversario del estreno de este film.
Del 26 al 31 de marzo se ha estado proyectando una versión restaurada de este film, en numerosas salas de cine del país, en la que se han incluido también los comentarios de los actores al final de la película.