Ayer por la noche comenzamos a ver un clásico del cine de los ’80 además de un clásico de las novelas de terror que hemos acabado de ver ahora mismo.
Nos referimos a «Christine» (1983), una película basada en la espeluznante novela homónima de Stephen King.
Ésta es una de las películas de terror clásicas de los ’80, como sucede con «Los chicos del maíz«, que desde pequeño siempre quise ver, y ahora he tenido la oportunidad.
Sinopsis
Arnie Cunningham es un estudiante nada popular en su instituto, en un pequeño pueblo de California. Su forma de vestir, su peinado y sus gafas no son precisamente un reclamo para las chicas. Además, es tímido.
Lo único que le interesan son los coches y estudiar mecánica, algo a lo que se oponen enérgicamente sus dictatoriales padres.
Al volver un día a casa junto a su amigo Dennis, Arnie se queda enamorado de un coche destartalado que se encuentra en venta en una chatarrería.
El extraño dueño del coche le cuenta que el coche tiene un oscuro pasado y, además, tiene nombre de chica: Christine.
Pese a las advertencias de su amigo, Arnie paga por el coche 250 dólares con el propósito de repararlo.
A partir de ese momento Arnie se obsesiona por Christine. Pasa la mayor parte del tiempo arreglándolo, aislándose de sus amigos y su familia.
Y cuando al fin comienza a conducirlo, Arnie se va convirtiendo, poco a poco, en una persona arrogante y egoísta. Christine es su «chica», y siente muchos celos…
¿Peor que la novela?
Aunque no hemos leído la novela, imaginamos que es de mayor calidad que la película. No es que sea mediocre, pero evidentemente, desaprovecha un poco las posibilidades del argumento.
Muy buenos efectos especiales
No obstante, se trata de una película interesante, bien desarrollada, y bien rodada, sin caer en la costumbre de utilizar mediocres efectos especiales, como era típico en aquella época en el cine dirigido a adolescentes.
Más aún, los efectos son impresionantes. Solo ver cómo se reconstruye solo el coche, tras ser destrozado, resulta increíble.
Además, la banda sonora, llena de antiguos temas de soul y rock’n’roll le da a la trama un aire aún más siniestro.
Coches; muchos coches
Por cierto, en la película hay un poco de follón respecto al modelo de coche que es Christine. Se dice que es un Plymouth Fury de 1958 pero en realidad es un Plymouth Belvedere del mismo año.
Aquí tienes toda la información sobre el coche y sobre cómo rodaron las escenas de destrucción utilizando varios Plymouth iguales.
Además de este bonito coche, podemos disfrutar de algunos otros modelos clásicos que desfilan por la pantalla, destacando el impresionante Dodge Charger azul de 1968 del amigo del protagonista…
…o el impresionante Chevrolet Camaro de 1967 de la banda de matones, que pronto acaba quedando destrozado. Una pena.
Sin duda, una película de terror que, además, rinde un gran homenaje a los años dorados de la ciudad del motor, Detroit.
Hola!
A ver, en 1989 compré la novela y la leí ese mismo año, y puedo afirmar que la película es bastante buena y la representa muy bien. De hecho, si la película representara como es la novela al 100%, la película podría haber sido un pitorreo, porque entonces veríamos a un cadáver dentro de "christine"(el anterior dueño del coche, o su hermano, si no me equivoco) dando gritos e insultando, por lo menos en la escena del garaje cuando intentan destruir el coche.
Leí la novela hace muchos años y no puedo dar muchos detalles, pero eso lo recuerdo bien. La película es bastante digna para venir de una novela de Stephen King, y más tratándose de un coche.
Saludos.
Hola Jose Manuel. Agradecemos tu opinión sobre la novela ya que aún no la hemos leído. En lo que creo que coincidimos contigo es en que el film es de calidad.
Gracias por tu comentario.