Ayer por la noche decidimos no complicarnos y elegimos ver una película de Stallone.
La película elegida fue «Yo, el Halcón» («Over the Top«, 1987), una road movie de corte familiar, con algunas escenas de acción, y mucho músculo y testosterona. En resumen, una de esas películas que tanto le gustan a mi primo Alberto.
«Yo, el Halcón» pertenece a la lista de segunda categoría de la filmografía de Stallone, siendo una de aquellos films por los que no será recordado. De hecho, Sylvester Stallone fue nominado a los Premios Razzie a peor actor por la película.
No obstante, mantiene el estilo que le hizo famoso y con el que tanto se disfrutaba en las salas de cine en los ’80.
Sinopsis
Básicamente es la historia de un camionero y padre separado (Sylvester Stallone) que apenas conoce a su hijo y que decide viajar con él en su camión a ver a su madre enferma, en un intento por reconciliarse con su único vástago, quien le odia debido a la imagen distorsionada que le ha transmitido la millonaria familia de la madre, deseosa de que semejante impresentable no se acerque al chico.
Estilo puramente ochentero
Como el protagonista se apellida Hawk o Hawks (el guión está constantemente confundiéndolo) lleva un halcón de metal en el frontal del camión. No es como el pato de Rubber Duck en «Convoy«, pero tiene su encanto.
Tiene muchos de los elementos típicos del cine de los ’80, como la banda sonora llena de canciones insulsas, los ligeros toques de moralina, los campeonatos con gran final, o las ingentes cantidades de testosterona y acción.
La verdad es que es una sorpresa que la banda sonora sea tan mediocre si tenemos en cuenta que el autor es Giorgio Moroder, un genio de la década.
A nosotros, lo que más nos ha gustado, ha sido el tema de las localizaciones, ya que prácticamente hemos estado en todos los lugares que aparecen en la película, lo cual nos ha hecho tener bonitos recuerdos.
En resumen, estamos ante una película de los ’80 que, además, está protagonizada por Sylvester Stallone en una de sus películas más simplonas. Con todos esos elementos, que nadie se espere una gran película. Tan solo una cinta entretenida y con ese aire nostálgico de la década. Nada más.
Eso sí, los más jóvenes de la casa quedarán encantados.