Ayer por la tarde decidimos ver una película bastante curiosa.
Elegimos ver «Destino Oculto» («The Adjustment Bureau«, 2011), un film de extraño e impactante argumento.
Sinopsis
El día de las elecciones al Senado, David Norris, un joven y prometedor político, conoce a Elise Sellas, una guapa bailarina de ballet cuya forma de ser y de pensar cambia por completo el enfoque de vida de David. Poco tiempo después, vuelven a coincidir, casualmente en un autobús.
Sin embargo, un equipo de personas parecen estar muy atentos a los movimientos de David y muy preocupados por los giros que se producen en los acontecimientos.
Alguien organiza tu vida
Hacía mucho tiempo que no veíamos una película de la que no sabíamos nada, como ha sido el caso de «Destino Oculto«. Siempre he dicho que la publicidad cinematográfica es cada vez peor, pues tiende a desvelar cada vez más los argumentos de las películas y las escenas de mayor impacto.
No caeremos en ese error, por lo que apenas develaremos el argumento.
Como en anteriores ocasiones, los traductores españoles siguen empeñados en hacer mal su trabajo sustituyendo el título original por otro estúpido, formado por dos palabras que no significan nada.
Todo el argumento es un enorme deus ex machina en el que subyace la idea perversa de que la mano de Dios guía a los presidentes de los Estados Unidos. Solo faltaba el himno de fondo, y algunas banderitas más.
Ha sido muy divertido intentar adivinar (y acertar) cada nueva secuencia. Muy pocas sorpresas. Tal vez es que ya hemos visto demasiado cine…
Como toda película que quiere trascender, «Destino Oculto» echa mano del clásico gancho de imprimir un sentido mágico a elementos de la vida diaria (como sucedía con las campanillas de «Qué Bello es Vivir«, por ejemplo). Así, nos encontramos con el significado del café derramado, la posibilidad de girar el pomo de las puertas en sentido contrario, o las personas con sombrero.
Por cierto, el número de teléfono que Matt Damon da a Emily Blunt (el (212) 664-7665) pertenece realmente a Universal Studios y no es la primera vez que aparece en una película de esta productora. Tal vez alguien estaba harto de usar el manido «555…» y decidió innovar.
Philip K. Dick en la sombra
Aunque la película es muy interesante y novedosa, no nos ha parecido tan espectacular… hasta que nos hemos enterado de que es una adaptación de una historia corta de Philip K. Dick, lo que nos hace pensar que se trata de una versión mediocre, pues el autor de la genial «¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas?» no puede ser responsable de una historia que, siendo tan original, deje esta sensación irregular.
Y es que, el debutante director George Nolfi, con un trabajo algo torpe e incompetente, carente de riesgo, no mejora la narración original, sino que la hace lucir como un producto Disney destinado a todos los públicos, en vez de sumergirse en la meditación sobre lo que significa el destino.
Al menos, el film destaca por el reparto, con un siempre correcto Matt Damon y la actriz Emily Blunt, la verdadera sensación de la película, y todo un descubrimiento para nosotros.
Película de calidad razonable, pero desaprovechando la oportunidad de llegar a lo sublime, a pesar de contar con la obra de Philip K. Dick como argumento.
Por cierto, la publicidad de Blackberry es bastante poco sutil…
Actualización del 17 de mayo de 2014:
Ayer por la noche volvimos a ver esta película y la verdad es que nos ha gustado más que la primera vez.
Nos ha parecido extraordinariamente romántica y muy muy interesante gracias a que apenas recordábamos detalles del argumento.
A pesar de lo dicho en este artículo, reconocemos que fuimos muy severos la primera vez que la vimos. Recomendamos verla. Es un soplo de aire fresco respecto al cine habitual de Hollywood.